Santo Domingo. Melissa cruzó Jamaica este martes como huracán de categoría 5, con vientos de más de 298 km/h, y posteriormente se debilitó hasta considerarse de categoría 3 antes de volver a reforzarse en su camino hacia Cuba y el sureste de Bahamas. Es pronto aún para hacer balance, pero ya se comienzan a ver las consecuencias de la devastación, a partir de informaciones a cuentagotas y numerosas imágenes de impacto. El primer ministro, Andrew Holness, declaró el país como “zona catastrófica”.
El Gobierno jamaicano ya ha podido levantar el aviso de tormenta tropical. El balance por ahora es de decenas de residencias sin techo y carreteras intransitables, además de unas 15.000 personas refugiadas y más de 500.000 abonados sin servicio eléctrico. Por el momento, se desconoce la existencia de muertos, al margen de los tres fallecidos el pasado lunes, y los cuantiosos daños materiales.
Se desconoce el balance de víctimas y existe poca información más allá de algunos vídeos colgados en las redes sociales
Los expertos han advertido que Jamaica enfrenta una devastación histórica, y los gestores de emergencias locales ordenaron evacuaciones en toda la isla e instaron a los residentes a almacenar agua potable para hasta tres días. También hay alrededor de 25.000 turistas que aún permanecen en la isla.
Existe muy poca información por ahora, más allá de algunos vídeos colgados en las redes sociales. Entre los lugares inundados por el paso del huracán está la comisaría de Policía de Black River, en Saint Elizabeth (oeste del país), donde el agua ha arrastrado o dañado documentos oficiales, según puede verse en un video en la página de Facebook del medio Jamaica Observer.





























